A los maestros de la escuela 9 del distrito escolar 16, a todos los MAESTROS, cualquiera sea su especialidad, a “mis maestros”:

Al decir mis maestros, nombro a los que sienten, además del arduo trabajo de cada día, un gusto especial por lo que hacen, una alegría, una inquietud, un arriesgarse a ver qué pasa, una sonrisa… y la contagian.
Empeñados en hacer de la vida una experiencia y un relato que nos contenga a todos, estos maestros, abren mundos, muestran y hacen nuevos caminos, despiertan vocaciones, miran y con mirar orientan, construyen miradas, se preocupan por dar ejemplos…por dar sentido a lo que hacen día a día, por construir futuro.
En estos tiempos que corren, de falta de certezas, de instantaneidad, donde para bien o para mal, todo está cuestionado, estos maestros consiguen escribir historias de esperanza.
Y se emocionan, y ríen y lloran, cuarenta años después, siempre.
A los que se fueron y están presentes porque dejaron huellas que hoy seguimos, recreamos o rectificamos y volvemos a andar, a los que se están yendo con la satisfacción de haber dado lo mejor, a los que no se quieren ir pero no pueden detener el viaje de la transición, del crecimiento profesional, a los que dudan en seguir, a los que se quedan, gracias por hacer de la escuela 9 un lugar de pertenencia, de identidad, de confianza, de vínculos, indispensables en una institución que pretende educar y lo hace con el ejemplo, la entrega y el compromiso que cada día, que todos los días, ustedes maestros me demuestran y hacen que me sienta orgulloso al compartir este reconocimiento de nuestra comunidad.

Con todos, desde el lugar en que estén, quiero compartir este tiempo, esta reflexión y estimularlos a seguir animando este proyecto.

Marcelo