En la escuela todos los docentes estamos empeñados en mejorar las prácticas de escritura de nuestros alumnos y con ese propósito estuvimos trabajando durante la jornada de ayer. Además de diseñar las propuestas para los chic@s, nosotros mismos disfrutamos realizando un taller de escritura.
Publicamos algunos de los trabajos que hicimos, ahí va:
Daniela y Ezequiel eligieron esta consigna:
"No
había nada que hacer, la única cosa era resignarse a pasar la noche en la sala
de espera de la estación" y produjeron el siguiente texto:
LA ESTACIÓN
No había nada que hacer, la única cosa era
resignarse a pasar la noche en la sala de espera de la estación. Hacía unos
meses que Diego y Federico planeaban este viaje. De los dos hermanos, el más
entusiasmado era Diego que por fin conocerían a sus tíos maternos que vivían en
Tucumán. Durante años esperaron esta oportunidad, en la que confluyeran las
posibilidades laborales-económicas y ganas de ambos para dar lugar a esta
escapada.
Desde chicos escucharon historias y anécdotas acerca
de sus tíos magos de esa provincia norteña….Según rumores, ¡eran los magos más
importantes de la región! “Los Gálvez”.
Esa tarde habían preparado minuciosamente su
equipaje: ropa liviana, de lluvia, algo de abrigo por las dudas y los
infaltables presentes para obsequiar a sus parientes….
Al llegar a la
estación, con sus mochilas cargadas
también de ansiedad, notaron una cierta rareza en el ambiente, varios pasajeros
con rostros preocupados, otros algo enojados. Inquietud.
Escucharon comentar que la situación había comenzado
sólo unos minutos antes de su llegada: viejos trabajadores ferroviarios habían
recibido un telegrama de despido y sus compañeros bloquearon las salidas de
todos los trenes en apoyo de aquellos de
quienes aprendieron el oficio.
Diego se acercó a un grupo de trabajadores para
averiguar cuándo liberarían la salida de las formaciones. Les explicó su apuro,
que antes del mediodía los esperaban en Tucumán “Los Gálvez”, que eran unos
magos muy famosos que daban un espectáculo increíble de magia al cual estaban
invitados.
Al escucharlo, los ojos de uno de los maquinistas se
abrieron con gran asombro y ¡sorpresa! Diego no entendió. Pero cuando ese señor
sacó por detrás de su oreja, haciendo un ademán mágico, una flor colorada
(símbolo de “Los Galvez”) pudo comprender de inmediato lo que estaba viviendo.
Se fundieron en un fuerte abrazo quedando en un segundo plano la imprevista
demora.
Esa noche compartieron historias y relatos
familiares hasta que sin querer partió el tren a destino. Al llegar, el resto de
“Los Gálvez” los recibió a los tres con enorme alegría y un hermoso ramo de
flores coloradas.
Ezequiel
Paz - Daniela Queirolo
Después vino el turno surrealista dónde a uno de los integrantes le toca hacer las preguntas y al otro hacer las respuestas, pero claro está ignorando lo que preguntaba su compañero. Esta es una buena estrategia para animarse a escribir, para romper el hielo de la hoja en blanco.
· ¿De qué color es el sol?
· Sí, por supuesto me encantaría.
· ¿Te gusta el arroz con pollo?
· Todas las mañanas sin falta.
· ¿Cuántas patas tiene una mesa?
· A veces sí, otras no.
· ¿Se pinchó la rueda del auto?
· Trotando, con ropa cómoda y
sin nada en las manos.
· ¿Parará la lluvia?
· Hubiese querido otra cosa, pero…
· ¿Vio usted a mi abuela?
· Ciento de veces se lo propuse…
· ¿Hace mucho que no te bañas?
· Ellos vieron todo, yo sólo una parte.
· ¿Cuántas vidas tiene un gato?
· ¡Calculé bien, sí!
· ¿De qué son esas botellas?
· Riquísimo, me comería otra.
· ¿Qué gusto tiene la sal?
· Volando y muy rápido.
(Ezequiel
Paz pregunta - Daniela Queirolo responde)
Rocío eligió este comienzo:
“El Concierto”
Finalmente había llegado el momento esperado
durante meses: era el día del gran concierto.
Esa mañana, el doctor Díaz Guevara, se había
levantado dolorido de tanto toser. Esa tos…esa tos…; una tos que denotaba todo
lo que tenía y no tenía que decir.
Recordó que las entradas al concierto de
violín, para esta noche, esperaban en su
mesita de libros en su living. Ese living…ese living…que soñaba con un perfume
de mujer…
Pasaban las horas. La preocupación en
soslayar la tos hacia la noche y esperar
por una añorada compañía, se acrecentaban cada vez más.
¿Vendrá?-, pensó. Lo rodeaban sentimientos
que se encontraban y desencontraban; que lo abrumaban y lo relajaban.
Es la primera cita. Sus manos, sus ojos, su
alma parecían lagrimear… ¿nostalgia?
La tos comienza a disiparse y el timbre
inicia un laberinto veloz de emociones anticipadas.
¡Es ella!- gritó. Y confundidos en un
abrazo, casi interminable, van juntos al primer concierto de su hija Felicitas…
(María Rocío Lugo Cabrera)
Luego las preguntas y respuestas...
El tiempo entre el ser y el saber.
-¿Qué es el tiempo?
-A las dos de la
mañana
¿Por qué el tiempo es subjetivo?
-Seguramente
saldrá más caro
-¿Existe el infinito?
- No. Jamás pasé
por ese lugar.
-¿Qué es la vida?
- Patricia, Mariel
y Ezequiel no lo saben.
-¿Qué es el equilibrio?
- Con dos
pelotas, un aro y una soga.
-¿Por qué la noche es oscura?
- En la escuela.
Vos arriba y yo abajo.
- ¿A dónde van los afectos cuando mueren?
- Muy cansados,
es poco.
- ¿El saber es un derecho?
- Lo hizo (pero
pensándolo mucho)
- ¿Qué es el amor?
- En el circo.
No hay lugar más divertido
(Rocío, Viviana y Marcelo)
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